domingo, 11 de mayo de 2014

Siento no sentirme.

Necesito estar un rato conmigo, hacer un trato, no querer echarme de mi a todas horas.
Tomarme un café y pedirme explicaciones, pedirme perdón por dejar de ser sin acabar echando a correr al verme llorar. Esto no puede seguir así.

Echo de menos mirar al mar  y tratar de entender sus razones para acabar perdiendo las mías. Mirarme al espejo y regalarme una sonrisa,disfrutar, empezar a sentirme como en casa.

Necesito dejar de atentar contra mi cada domingo, cada día que no encuentro forma de entender el por qué de nada, dejar de pensar que soy culpable hasta de la oscuridad de una sombra que dejó de perseguirme porque se cansó de empujarme al vacío.

Quiero que la espalda deje de dolerme  por llevar a cuestas una maleta cargada de nostalgia y empiece a pesarme de ganas.

¿No te ha pasado que las canciones te hunden el pecho como si les hubieras dado razones para odiarte?
Y luego los monstruos vienen a llenarte el vaso de alcohol, te hacen un torniquete en el corazón y te acarician hasta que los párpados te pesan mas que la vida, y te duermes y ya no puedes hacer nada por salir a volar, y aun les das las gracias a la mañana siguiente porque te siguieran matando cuando creías que te salvaban mientras te cortaban la hemorragia. y dejaste de latir por no pedir ayuda.
Por no saber gritar y romper el silencio que te quiebra la vida pero piensas que un poco más sólo hará que la escena o el verso enganche al espectador que espera algo más trágico después el último golpe.

Lo siento,
siento no sentirme
y debo perdonarme
pero ya no sé cómo hacerlo.
Se me ha quedado la página en blanco
y el café frío
y yo ya no estoy.

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