lunes, 4 de agosto de 2014

El problema es que sus palabras, o eran abrazos o eran puñaladas.

Sigues siendo mi mejor sueño aun cuando te cuelas en mis pesadillas.
Sigues siendo el mejor despertador que supo despertarme la vida.
Sigues siendo, sigues siendo, sigues siendo tú mi huida.

Eres mi pasado en forma de presente, eres la conjugación de mi futuro perfecto,
eres la lluvia de la capital que cae en todas las ciudades,
eres la almohada que guarda mis secretos,
la pulsera que encadena mis latidos,
el adiós con ojalá que nunca fue, 
el silencio del 'quédate' que no dijiste,
la huida hacia tu abrazo en donde acuno mis miedos.

Eres todo lo que fuiste un día pero sin ti.

Motivo por el que mi corazón trabaja el doble,
motivo por el que te siento a jornada completa
sin festivos, ni vacaciones,
con salario de 1.200 recuerdos al mes

y ojalá pudiera decir que con la crisis,
también se han recortado estas ganas de tenerte.