Sobre mí

No sé hasta qué punto pueden considerarse o no rarezas, pero.

Me obsesionan las manos, tienen tanta fuerza a veces que incluso creo que hablo con ellas y no con unos ojos frente a mí, con una boca, un semblante. Trato de evitarlo, pero me es imposible no asociar una canción a cada persona importante para mí. "¿Es que no puedes parar de reírte?", y los pobres se creen muchas veces que reírse es signo inequívoco de necedad, de nerviosismo y chiquillería, y no de asqueo, vergüenza, felicidad e incluso llanto. No soporto que haya quien no entienda el espacio vital de cada cual, y lo sobrepase y encima se regodee. Los cariños me salen con palabras, pocas veces o ninguna con gestos. Me obsesionan los números, las combinaciones, las casualidades en ellos; quien no tiene asociada una canción, tiene un número. Tropiezo con treces por todas partes. Y con errores. Si pasa más de una semana sin que haya llorado, por el motivo que sea, no es, desde luego, una buena señal. Se sufre la espera, la distancia, la muerte de un ser querido, no una pronunciación distinta. Adoro y aborrezco a partes iguales los viajes largos, desde pasarme seis horas con la misma canción sonando en el reproductor a ni siquiera encenderlo y no calmarme hasta que escribo unas líneas en el cuaderno.  Necesito crujirme los índices por lo menos tres veces al día; derecho primero, izquierdo después. Soy incapaz de enfadarme, que no es lo mismo que vendarse los ojos y dejar que lluevan puñales. A veces pienso que me gustaría volver a finales de diciembre para haber escogido mejor, pero ahora a cambio tengo un árbol.

Nunca me verás llorar.

En cada mirada que dediques a la luna estará dibujado mi nombre.

Hoy te abro mi corazón para decirte con absoluta firmeza que ya no te necesito. Que se acabó eso de recordar algo que ya no existe. No voy a ser tu segundo plato, ni tuyo ni de nadie. No voy a ser un plan B cuando podría haber sido tu mejor opción. Así que se acabó. Sólo voy a pedirte que me recuerdes por lo que fuimos un día. Sé que lo harás. Mi nombre está sellado en cada espacio del teclado de los mensajes que nunca me enviaste. Recuérdame en la noche, en una tarde nostálgica donde todos tus mejores recuerdos se abalanzan sobre ti, un día cualquiera cuando me veas sujetándome una mano que no sea la tuya. Prepárate, porque es ahora cuando empezarán los arrepentimientos, te arrepentirás de todas y cada una de las veces que me apartaste la mirada y fuiste un cobarde al no saber poder disfrutar un instante más de mi. Te arrepentirás de cada segundo que dejaste escapar a mi lado para regalárselo a ella. Mi recuerdo te hará desear no haberme conocido, o bien, te hará odiarte a ti mismo por haberte marchado aquella tarde que decidiste apostar por algo que era evidente que iba a ir mal. Pero lo hiciste. Aún sabiendo lo que perdías. Sabiendo que me perderías. Y ahora vuelves como si nada hubiese pasado, como si aquella tarde no me hubieses abandonado, la tarde que te iba a regalar todo. Como si romperme el corazón no significara nada, cuando significo todo en ese entonces. Por eso quiero que recuerdes mi nombre. Para que memorices a cada segundo el error. Detestarás tener mi nombre todo el día dando vueltas en tu cabeza. Pronunciarás mi nombre infinitas veces y en cada una, las letras arderán, te quemarán por dentro haciéndote la persona más indefensa y sin ganas de volver a soñar. Te desgarrarán el corazón, como un día hicieron conmigo. Entenderás de una vez todo lo que he sentido yo. Bueno, no todo. Nunca podrás sentir la humillación que yo sentí. Y puedes creer lo que quieras, llamarme como te apetezca, rencorosa, vengativa, egoísta. Lo que tu prefieras. Aunque yo prefiero llamarme: justa. Es justo que ahora te atragantes con tu propio error y te ahogues con este dolor que deja sin respiración a cualquiera. Y puedes buscarme, marcarme a deshoras esperando que tu llamada despierte en mi un poco de interés, pero no obtendrás respuesta de mi parte nunca más. Me da igual escuchar tu voz arrepentida en el contestador o no. Y sé que tal vez correrás a esconderte tras la barra del bar, ahogándote en cervezas y tratando de ocultar con esa sonrisa fingida que no te duele mi partida, que no sientes como te consume cada paso que doy en sentido contrario a ti desde aquella tarde, desde hace días cuando decidiste volver a voltear a verme pero ya estaba demasiado lejos de ti, para escucharte gritarme que regresara. No podrás aguantar mucho más con tu falsa fachada, con esa máscara que lleva años apoderándose de ti. Dejándote sin sentimientos. Autodestruyéndote. Ambos sabemos que en cada sonrisa estará tatuado mi recuerdo y que en cada mirada que dediques a la luna estará dibujado mi nombre.

Cosas que no debería decir más.

Te he dejado el privilegio de romperme durante nosécuántotiempo. He dejado que dieras los portazos que quisieras sin saber cuál sería el último. He dejado que rompas mi corazón en mil pedazos. He dejado que te mezclases en otras sábanas y he dejado que te enredases en otro pelo por miedo a perder lo poco que me dabas de ti.  ¿Y tu qué me has dado?  Lo único que has hecho es dejar que me enganchase a ti, me has dejado un hueco en el alma.

No sabes lo difícil que es para mi encontrarme con uno de tus correos, leerlo, releerlo, aprenderlo de memoria y ser capaz de leerlo hasta al revés. No sabes como duele verlo y tener unas ganas infinitas de dar clic en el botón -responder- escribirte lo mucho que te he echado de menos, decirte que te olvido a cada momento y te recuerdo a cada instante.

Cada vez voy sintiendo menos y te recuerdo más.

No te imaginas cuántas ganas tengo de perderme contigo, despedirme de ti y nunca volver a verte.

Es curioso cuando me veo en el espejo, noto eso distinto en mis ojos. Siempre me veo y me sumerjo en mi mirada, tratando de descubrir que es lo que la hace tan diferente de tiempo atrás, que es lo que tiene de nuevo desde que te fuiste, o quizás que es lo que le falta.. algo como ese brillo que le diste y más tarde le arrebataste.
Es normal tener esos ojos grises tormenta, después de perder algo que creías tuyo, que se va y compra un boleto de ida pero sin vuelta. Algo que creías que te pertenecía y que ahora se ha desvanecido junto con la luz de tu mirada.  Déjame que te diga que ahora me duele menos la cabeza que el corazón, sólo tengo ganas de meterme en mi triste habitación y volver a encontrar mi mundo antes de que tu aparecieras y me lo pusieras de cabeza, desordenándolo, perturbándolo. Se respira una gran cantidad de odio acumulado, rabia escondida, palabras silenciadas demasiado tiempo, "te quiero's" robados y besos nunca recibidos. Sólo tengo ganas de gritar que todo ha terminado. Gritar que tu te has largado de una vez por todas. Gritar que ahora voy a empezar a vivir para dejar de sobrevivir contigo. Tengo ganas de todo menos de ti. Me enamore de ti sin importarme que no miraras atrás, me aferre a tus brazos sin importarme que tu no me los tendiste, me enganche a tus labios helados sin importarme lo mucho que podrían llegar a arder.
No te imaginas cuántas ganas tengo de perderme contigo, despedirme de ti y nunca volver a verte.

Imaginandome a la tonta con el tonto que me hizo llorar.

Espero que ella sea todo lo que querías, lo que buscabas, todo eso que necesitabas. Que tenga todas las virtudes que pedías en alguien, que cuando estés con ella suspires y te rías sin parar. Ya sabes así como conmigo, pero mejor.
Espero que seas tan feliz como no puedo ni imaginar, que ella sea la pieza del puzzle que tenías perdida, que ella encaje perfectamente a esa personalidad magnética que tienes. Que entienda tu bipolaridad mejor que yo, que ame tus defectos incluso más que a tus virtudes. Que a tus ojos sea la chica más hermosa que jamás hayas podido ver, de verdad espero con todo el corazón que cuando estés con ella te olvides absolutamente de todo, incluso de mi. Que tu mundo se detenga cuando estés con ella,  que la vida se pase y tu ni cuenta. Que el tiempo se haga eterno o vaya de prisa según te convenga.

Una parte de mi juró que desea eso. El cielo sabe que es verdad que deseo eso.

Pero ¿Sabes?  hay otra parte aquí dentro de mi, que me obliga a desear lo contrario.

Esta parte desea que ella sea todo menos lo que esperas, que tenga tantos defectos, que te desespere. Esta parte espera que seas infeliz, que ella sea una tonta de esas que no paran de hablar y no saben cuando parar.  Que cuando estés con ella todo el tiempo desees que en vez de ella sea yo. Y que sea un poco fea, y espero que te canses pronto y me vengas a buscar. Y espero que pienses en mi, que cuando la abraces recuerdes mi forma de sonreír. Que mis ojos se queden clavados en los tuyos.. Que sientas que te hago tanta falta que te cueste respirar. Que cuando te arrepientas aun sepas en donde buscar.

Mi corazón esta hecho un verdadero lío.

Son las 6 am y necesito escribir porque estoy tan confundida, mi corazón esta hecho un lío. 

 Recordarte de nuevo como un "nosotros" es extraño y un poco divertido. Es cursi. Tal vez es que extraño sentirme como en una película.

A pesar de todo  no sé si aun siento algo por ti,
no me muero por hablar contigo,
pero recordarte y sentir que aun estoy en aquel amor,
aun sigue siendo algo que hago por las noches.

La verdad es que creo que hoy te extraño más que cualquier otro día,
pero hoy se siente bonito extrañarte,
 no es como los días en los que odio extrañarte.
Hoy pensarte me gusta,
pensar en ti me da tranquilidad, estabilidad emocional
y es la cosa mas loca y absurda del mundo.

Contigo necesito tiempo para poder desilusionarme y un segundo para estar de estúpida otra vez.

Y no me mal interpretes,
no quiere decir que estoy loca otra vez por ti,
porque no es así.
Que he estado pensando en ti la mayor parte de hoy, si.
Pero la verdad es que siempre pienso en ti. Pero en él también.

Ya no quisiera buscarte, porque buscarte es buscarme a mi también y encontrarme con una vieja herida que ya no sangra pero esta adolorida, es abrirla y desangrarme un poco más, no quiero sentirme débil otra vez. Siento que ya no lo soporto. Ya estoy harta de todos aquellos sentimientos de tristeza y desesperanza, creo que hoy solo quiero saber que me quieres, quiero saber que estas bien, quiero saber que eres feliz con ella, que tratas de no pensar en mi, pero que no me olvidas.

Te extraño mucho.
Extraño discutir.
Extraño contarte algo tonto.
Extraño decir te amo. 

Y pienso que no es algo que te diría hoy en presente,
porque no sé si aun lo hago,
no me lo he preguntado y no quiero saberlo.

Es algo que prefiero ignorar,
porque si aun lo hago se que dolerá,
pero si ya no lo hago puede que sea peor.

Aun así es solo eso, extraño decir te amo y sentirlo con toda el alma, sin duda ese es un sentimiento incomparable.
El poder decir te amo y escuchar un yo también por respuesta.
La sensación de corresponder ese te amo, con cada parte de mi.
Extraño esa sensación, ese escalofrió que provocaban tus te amo's, y tus palabras románticas.

Ahora solo pienso si realmente fue la costumbre de nuestro amor lo que nos hizo sufrir tanto, después de estos 8 meses sin saber de nosotros y sin contacto alguno, era para que esa costumbre se rompiera y estuviéramos perfectamente bien separados no?.

Ahora sé que no era costumbre ni un habito lo que había entre nosotros, era simplemente amor. 
Siempre lo fue, y probablemente aun lo es. 

Los dos hemos cambiado mucho,
tenemos mas diferencias que antes,
y eso parece imposible porque siempre hemos sido tan opuestos,
es solo que ahora estamos tan lastimados que siempre pensaremos en los momentos de ayer.

El pasado es una sombra sobre nosotros, no nos deja ser libres con nadie más ni con nosotros mismos. 

estoy segura que aunque estuviéramos juntos, seguiríamos viviendo del ayer.

Gracias por hacerme sentir infinitamente tonta.
 Haces que rompa el récord de decir "ya no te quiero" "ya te olvide" "ahora si ya" "esta vez si", para después decir creo que nunca podre decirte adiós sin que vuelva a dar marcha atrás una y otra vez.

Porque así es esto, eres mi dolor favorito. Y siempre volveré por más.

Aunque este cansada de ti y de este sentimiento, simplemente eres necesario.

Espero que alguien venga y me devuelva el sol que te llevaste.

5 mayo 2011

Yo sé que no falta mucho para olvidarte, o bueno olvidarte sé que no podré, pero superar todo este amor, con el tiempo lo haré y un día veré esto y sonreiré, porque fue bonito sentirme así.

Me pregunto si volveré a enamorarme..
Si volveré a sentir esa química y esa magia con alguien más.
Yo espero con todas mis fuerzas que si.
Espero encontrar a alguien que me regrese todos lo sueños que me robaste.
Que me devuelva las ilusiones. Que me haga sonreír. Que haga que mi corazón se acelere.
Que me ponga tan nerviosa como para olvidarme de respirar.

Porque como dice la canción, a estás alturas ya no estoy mal, mi vida no esta vacía sin ti, la tormenta se fue.
Pero el sol no regresa.
Y es ese el problema.
Espero que alguien venga y me devuelva el sol que te llevaste.

DETESTO QUE TODO HAYA TERMINADO.-

16/ abril/ 2011

Hace días que no escribo, no he tenido tiempo. Bueno de hecho sí.
pero no he tenido ganas, ni necesidad.

Hoy y estos días me he sentido mejor.

Hace ya días que hemos decidido volver a alejarnos. No he sabido nada de ti.
Y por primera vez en mucho tiempo no muero por saber algo.

Hoy me doy cuenta de que me he perdido de muchas cosas y no voy a dejar de disfrutar nada, estoy lista lo sé. y soy la que menos quería que esto terminara, pero aun tengo en mi mente tus palabras. Cuando dijiste que la culpa la tengo yo. Que idiota eres.
Yo no deje de quererte ni un segundo.

Y es absurdo que me siga dañando, por cosas que no lo valen.
Ya no tengo ganas de intentar nada, estoy agotada. Y este fin de semana me ayudara a alejarme más de ti.

Ya no me siento mal, quizás tampoco diré que bien.
Es una monotonía absoluta y no me quejo. Es mejor que el dolor.
Es mejor que ese vació que le da por habitar en mi interior.

Y no voy a negarlo, extraño todo lo que había entre nosotros porque era increíble, era maravilloso, todo lo que sentí pero nada es para siempre, como me dijiste "el para siempre" es solo un sueño temporal..
Y es difícil terminar algo que empezó con la ilusión de no terminar. Pero todo se fue al carajo.
Y ya no voy a detenerme, ya no intentare rescatar nada de lo que teníamos, porque ya no hay nada, y fue chistoso cuando me dijiste que tenías miedo de perderme porque yo siempre te decía que yo también. Y ahora es extraño darme cuenta que ya no tengo miedo, porque hace tiempo que te perdí. O tal vez, nunca te tuve.

Dices que detestas amarme de una manera intensa y desesperada. Yo detesto que lo detestes. Detesto que me hayas hecho alejarme, detesto haberme enamorado de ti y luego dejar de sentirme así.

DETESTO QUE TODO HAYA TERMINADO.-