domingo, 22 de marzo de 2015

Desnúdate.

Desnúdate, que no se trata de algo físico. Hazlo como si no fuera domingo, como si no supiera que tu coraza no entiende de percheros ni de razones. Hazlo como si fuera yo a ser tu actriz preferida y tú su incondicional. Como si fuese a mirarte mejor que cualquier libro. Hazlo como si fuera verano como si no fuéramos invierno, como si me fueses a querer toda una vida de la media que te queda, como si no supiéramos que tenemos las horas contadas desde la primera distancia.


Desnúdate como si yo fuera poeta con el fin de escribir sobre tu piel, como si fuera cantautora con derechos sobre tu espalda.


Desnúdate como si no fueses a recordarme, a recordar mis manos, los versos que no fueron para ti, mi forma de nunca mirarte. Como si nunca me hubieses visto llorar. Como si no te quisiera. Como si no supieras que lo hago porque nunca supe quererme a mi misma sin hacerme un poco más de daño.


Desnúdate ahora que no te veo, ahora que lo haces para otra y todavía me creo inmortal capaz de vivir aun siendo presa de un charco que no entiende de caricias, o que se quedó en la quinta por miedo a no ser suficiente.