Hablo de inventarme palabras porque ninguna esta a la altura de esto que llaman tus ojos. De haber hibernado ahí para luego morir de frío cuando ni siquiera ha llegado el Invierno.
Juego, extorsiono, amenazo a ciertas partes de mí misma si no logran escupir todo lo que quieres oír.
Me refiero con todo esto, a la línea que separa lo que meticulosamente escojo escribir y lo que, quizás sin darme cuenta, acabo escribiendo.
Todo se reduce a un antes y un después.
Todos los relatos, todo lo que doy a conocer.
Un antes de conocerte y un después de haberte regalado cada gota de tinta.
Te leo, te releo e intento alimentarme con la forma en que tus ojos conjugan ciertos verbos.
La esperanza es, entonces, sumergirme en una de tus metáforas y creerme viva en ella.
(en ti)
Quizás Neruda utilizó la Primavera en los poemas más bonitos que jamás se han escrito. Y yo a ti te llamo Primavera, entiende que tenga un serio conflicto con su persona.
¿Qué he de hacer para que pienses en mi, y no en él, al ocultar tu nombre con tan sagrado pseudónimo? Quizás los versos más bonitos estén ya todos escritos y ése sea el verdadero problema.
Pero yo quiero hacerte a ti lo que Neruda quiso que la Primavera hiciera con los cerezos.
No sé si me explico.
Juego, extorsiono, amenazo a ciertas partes de mí misma si no logran escupir todo lo que quieres oír.
Me refiero con todo esto, a la línea que separa lo que meticulosamente escojo escribir y lo que, quizás sin darme cuenta, acabo escribiendo.
Todo se reduce a un antes y un después.
Todos los relatos, todo lo que doy a conocer.
Un antes de conocerte y un después de haberte regalado cada gota de tinta.
Te leo, te releo e intento alimentarme con la forma en que tus ojos conjugan ciertos verbos.
La esperanza es, entonces, sumergirme en una de tus metáforas y creerme viva en ella.
(en ti)
Quizás Neruda utilizó la Primavera en los poemas más bonitos que jamás se han escrito. Y yo a ti te llamo Primavera, entiende que tenga un serio conflicto con su persona.
¿Qué he de hacer para que pienses en mi, y no en él, al ocultar tu nombre con tan sagrado pseudónimo? Quizás los versos más bonitos estén ya todos escritos y ése sea el verdadero problema.
Pero yo quiero hacerte a ti lo que Neruda quiso que la Primavera hiciera con los cerezos.
No sé si me explico.