jueves, 23 de octubre de 2014

¿Sabes por qué nunca me enamoraría de ti?

Supongo que tienes razón con eso que dices de mi mirada vacía, que cuando sonrío, siempre escondo una lágrima en la comisura. Supongo que cuando me llamas por mi nombre sólo esperas que me gire, y por eso casi nunca lo haces, porque tienes miedo a que te deje de mirar. Supongo que sabes que cuando miro al vacío -como dices- yo siempre miro al infinito -como digo- contigo, por eso supongo que tienes razón, porque cuando me abrazas, me agarras las manos, te las llevas a la cara y cierras los ojos mientras te olvidas en mis palmas, pienso que la vida ha de ser eso que haces por las mañanas, cuando bostezas, y quiero ser un león para quedarme entre tus dientes, y entonces ahí, sigues teniendo razón, y supongo que es eso todo lo que a mí me sobra.


Me parecería injusto que algo tan miserable como el amor me quite el lujo de poder vivirte un viernes por la noche de fiesta, un domingo de resaca o un lunes de mierda. Por eso nunca me enamoraría de ti, porque prefiero ser ésa que te busca para olvidarnos de todo como si tuviéramos quince años y lo sueños recién incumplidos, a ser aquella que practica la tristeza del acto de hacer promesas, bañarte en clichés y jurarte un amor eternamente efímero. Nunca me enamoraría de ti porque detesto el compromiso, odio las explicaciones y creo que lo guapo que estás cuando despiertas sin haberte visto nunca bostezar, te lo debe decir alguien que sin razón y con la venda en la mano, te haga sentir culpable de haberse diagnosticado amor como enfermedad. Sinceramente, no quiero verte enfermar por mi culpa, quiero abrigarte de la pandemia que sufre el universo.


Nunca me enamoraría de ti, nunca lo haría porque prefiero ser el mundo donde te cobijas al país de donde huyes. Prefiero ser cómplice a asesino. Mano que aprieta a mano que ahoga. Prefiero mirarte de cerca cuando lloras: los ojos tristes de un chico son las ventanas que encierran el invierno y quiero ser yo la que mire cuando prohibes el paso al resto.

Nunca caería en el descuido porque si puedo tomar la decisión de no hacerlo, sé que sería un completo error amarnos sólo por un tiempo. De verdad, no lo haría nunca porque entre amarte un rato o quererte siempre sería un disparate vivirte a veces, porque pienso que realmente has nacido para comerte el mundo y quiero ser yo a quien le cuentes que hoy el mundo no se ha dejado morder.

Sé que me vas a perdonar que no me enamore de ti porque tú ni siquiera sabes que existo, pero sólo quiero darte el placer de que respondas con un apoteósico: "lo sé".

A ti te quiero para toda la vida,
por eso nunca me enamoraría de ti.

-Lo sé.

Ya he vuelto a mí, vuelvo a tener veintidós.









Cuando tú vas, yo vuelvo a por ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario